EL MUNDO ANDINO.
En la Bolivia andina, el grupo originario más importante se situó en la cuenca lacustre del Titicaca y Poopó: los señoríos aymaras y los uro-chipayas. Hacia el siglo XIV, éstos fueron dominados por los quechuas.
Las culturas andinas prehispánicas se desarrollaron en el marco geográfico del altiplano boliviano flanqueado por los dos ramales de la cordillera: la Real y la Occidental. También ocuparon los valles interandinos de los actuales departamentos de Cochabamba, Chuquisaca y Tarija. Ese fue el escenario del imperio incaico o del Tahuantinsuyo que se impuso mediante el sistema llamado de mitmakuna o mitimaes que consistía en traslados masivos de población para ser asimilados a la cultura quechua.
TIAHUANACO.
Una cultura preincaica apareció en las márgenes del lago Titicaca a una altura de 3.800 m.s.n.m. Por razones que aún no han sido establecidas, los centros urbanos e incluso la población de Tiahuanaco desaparecieron dejando tras sí pocos rastros. El sitio arqueológico actual que lleva este nombre, está situado encima de lo que probablemente fue una gran urbe cuya magnificencia aún espera ser puesta al descubierto. Como vestigios de una época existe la Puerta del Sol, monumento lítico con figuras antropomorfas y de deidades a quienes se rendía culto. También existen las enormes estelas o monolitos como el Bennett.
Analogía cultural.
Las manifestaciones de las culturas andinas de la época prehispánica, presentan semejanzas en sus diversas manifestaciones como pueden verse en los monumentos mayas, aztecas e incas.
ECONOMÍA: Fundamentalmente descansó en la agropecuaria. Cultivo de productos agrícolas y crianza de camélidos americanos. El comercio se realizó mediante el intercambio de productos excedentarios.
Aplicaron sistemas comunitarios en la explotación de la tierra. La mano de obra estaba organizada en base a jurisdicciones específicas (Ej.: ayllus y marcas).
AGRICULTURA: Se desarrolló con métodos avanzados. Los camellones, terrazas escalonadas, cultivos diversificados conforme a pisos ecológicos, acueductos y depósitos para almacenamiento.
GOBIERNO: Las formas de gobierno respondían a sistemas dinásticos y teocráticos. Las sociedades estaban estructuradas en base a clases sociales, pero los órganos del Estado, se encargaban de mantener un equilibrio adecuado en virtud a su economía socializada.
RELIGIÓN: Eran culturas con profundas raíces religiosas. Cuerpos celestes y expresiones de la naturaleza eran venerados: Sol, Luna, estrellas, Tierra (Pachamama), cerros, etc. Eran politeístas, sin embargo, sus fuerzas creadoras estaban jerarquizadas piramidalmente. Realizaban grandes ceremonias religiosas en homenaje a sus dioses más importantes.
ARTE: Estas culturas sobresalieron por sus manifestaciones en la cerámica, orfebrería y tejidos. La medicina y la astronomía, la agricultura e ingeniería hidráulica también formaban parte de sus conocimientos.
LOS TRES PERIODOS DE TIAHUANACO
ALDEANO: Vivieron en una pequeña aldea. Su economía estaba orientada al autoabastecimiento básico: cultivar papa, coca, otros productos criar auquénidos. Sus viviendas estaban construidas con adobes sobre cimientos de piedra.
URBANO: EI pueblo tiahuanacota crece y su producción económica aumenta. Se intensifica el intercambio de productos entre pobladores de áreas diferentes. La ciudad adquiere máxima jerarquía en lo religioso y político. Se convierte en centro ceremonial y se construyen monumentales obras arquitectónicas líticas.
Sus expresiones más conocidas son: Akapana, Kalasasaya, templete semisubterráneo, Puerta del Sol, Puma-Punku, monolitos (Bennett, EI Fraile, Ponce). Estas extraordinarias obras construidas íntegramente con piedra son testimonios mudos de la grandeza de la cultura Tiahuanacota.
IMPERIAL: Comienza su ciclo de expansión territorial. Políticamente domina tierras del norte de Chile y Argentina, del sur del Perú (Huari), de los valles cochabambinos, de la costa del Pacífico.
Sin embargo, esta expansión iba a marcar el principio de su derrumbe. Tanto por factores humanos como naturales se va debilitando gradualmente hasta llegar al colapso total.
Reinos o Señoríos Kollas.
Al desaparecer el Imperio Tiahuanacota surgen los reinos Kollas. Están dispersos en el altiplano, pero conservan aportes culturales tiahuanacotas en lo referente a las técnicas de producción agropecuaria y a la preservación del lenguaje puesto que siguen hablando aymara.
Estos reinos, por intereses hegemónicos, se encuentran en constantes guerras. Dos son los núcleos más conflictivos: Hatun-Kolla (Zapana, su rey) y Chucuito (Cari, su monarca). Ambos, para dominar a su contrario, toman contactos con los incas o quechuas (Inca Viracocha). Se enfrentan y muere Zapana. Los incas, después del fallecimiento del Inca Viracocha, conquistan a los kollas.
Tahuantinsuyo.
Los incas o quechuas, desde Cuzco, extienden su poder en diferentes direcciones. Estructuran el Tahuantinsuyo: Contisuyo, Chinchasuyo, Antisuyo y Kollasuyo. Organizan cuadros humanos de dominación: Son los mitimaes. Su imperio llega a abarcar Ecuador, Perú, occidente de Bolivia y el norte de Chile y Argentina. El nuevo Estado refleja un gran desarrollo social, económico y político. Desde su capital Cuzco (ombligo) nace una vasta red caminera a todos los confines imperiales.
Cuando gobierna el décimo inca, Huayna Kápac, comienza a debilitarse este imperio. Lo divide entre sus dos hijos: Huáscar (Quito) y Atahuallpa (Cuzco). Tiempo después, por el afán hegemónico, estalla la guerra civil entre ambos.