La tendencia de la economía minera extractiva orientada a la exportación por los puertos del Pacífico que empezó con la plata a fines del siglo XIX, continuó después del traslado de la sede de gobierno a La Paz.
Dibujo. Simón Iturri Patiño.
En la primera mitad del siglo XX predomina el estaño como actividad económica que otorgó influencia política decisoria a quienes estuvieron vinculados a ella. Su principal exponente es Simón I. Patino, opulento industrial minero cochabambino quien, en su época, llegó a acumular una de las fortunas más cuantiosas del mundo. El estaño reemplazó a la plata y la goma como principal producto de exportación del país y su precio se vio favorecido por las dos guerras mundiales de 1914 y 1940. Junto a Patino estuvieron Carlos Víctor Aramayo y Mauricio Hoschild quienes, además del estaño, explotaron otros minerales igualmente valiosos como zinc, wolfram, antimonio y bismuto. Alrededor de estos empresarios surgió un compacto social-oligárquico conocido como “la Rosca” que dominó el país hasta la revolución de 1952. Sus expresiones políticas fueron los partidos liberal, republicano, y su variante republicano-socialista o PURS.
Simón Iturri Patiño
“De los tres barones del estaño surgidos de aquella carrera selectiva, sin lugar a dudas el más poderoso fue Simón Iturri Patino. Habiendo nacido en 1860 en el valle de Cochabamba, parece que Patino procedía de una familia artesana y chola; concurrió a un colegio secundario en su tierra natal. Durante los ochenta y comienzos de los noventa realizó por su cuenta el aprendizaje en diferentes firmas importadoras de equipo minero y directamente mineras cuando todavía predominaba la minería de la plata. En 1894, compró sus primeras acciones de una firma de estaño de Oruro, en el cantón de Uncía en el departamento de Potosí; en 1897 se había hecho con el control total de la mina y en 1900 descubrió uno de los filones de estaño más ricos de Bolivia. En 1905 su mina, La Salvadora, se había convertido en la más grande de estaño de Bolivia; Patino por entonces ya se había rodeado de todo un equipo de técnicos extranjeros y trabajaba con la tecnología más moderna.”
Cronología
1904-1917 |
Se adopta la libertad de cultos, el matrimonio civil y la educación laica.
1924 |
Constituida la empresa Huanuni, Oruro, en 1911, Patiño concreta su principal adquisición: la compañía Llallagua (que estaba en manos chilenas) y registra en Delaware la “Patino Mines & Enterprises Consolidated” (fusión de Llallagua, La Salvadora y el FC-Machaca-marca-Uncía).
1929 |
Con una producción de 48 mil toneladas anuales, Bolivia marca un récord en explotación estañífera. 22 mil obreros trabajaban en las minas. La población suma 2.1 millones de habitantes y la ciudad de La Paz alberga a 135 mil personas.
1930 |
Forzada a suspender el pago de su deuda externa, Bolivia se convierte en uno de los países proscritos del sistema financiero mundial. En 1910 era un ejemplo de estabilidad y buen pagador.
1931 |
El costo de vida sube de 100% este año, a un 1.011 en la década siguiente y a 5.041 en 1951, vísperas de la revolución: la inflación y el desempleo no afectaron a los grandes, pero sí a las empresas pequeñas, a la clase media que perdió su poder de ahorro y a los trabajadores. La economía de la Rosca nunca pudo alcanzar ya el auge de los años 20 ni las alianzas que le sirvieron en las primeras décadas del siglo.
Prosperidad económica y atraso social
La era del estaño, como lo fue la de la plata, trajo prosperidad económica a Bolivia. Las ciudades de la región andina crecieron y se modernizaron; se completó la red ferroviaria que conectó el Occidente del país con los puertos del Pacífico, surgió la industria manufacturera y se sanearon las finanzas públicas compensando los gastos incurridos durante la guerra del Chaco. Sin embargo, la situación social era deplorable. Los trabajadores mineros sujetos a largas jornadas en los socavones, con bajos salarios y víctimas de enfermedades como tuberculosis y silicosis. Los campesinos quechuas y aymarás sujetos al régimen de servidumbre heredado de la colonia mientras la clase media se empobrecía con las políticas económicas que sólo favorecían a la industria minera. En lo regional, los departamentos orientales quedaron en el más grande atraso y aislamiento con el total de su población depauperada y olvidada. Todo eso fue el caldo de cultivo para la revolución de 1952.
Dibujo. Trabajador minero.
El modelo extractivo – exportador
Dibujo. Patiño, Hoschild y Aramayo - barones del estaño.
La tendencia a depender de la mono exportación de bienes primarios fue, en Bolivia, una herencia colonial preservada por la república oligárquico-minera, incapaz de cohesionar al país y crear un mercado interno. La muestra más clara de esta realidad fue el destino que se dio a los recursos obtenidos por la venta del Acre y del Litoral. Aunque se pactó con Brasil que los primeros se destinaran al desarrollo de las áreas amazónicas, fueron desviados hacia la red ferroviaria que vinculara cada vez más al altiplano con el Océano Pacífico. Ese fue el origen de los empréstitos conocidos como “Speyer” durante la administración de Montes, y el “Nicolaus” contratado por Bautista Saavedra, ambos con cláusulas leoninas y tasas de interés exorbitantes. Su destino fue la red ferroviaria andina en desmedro de la integración física del país. Otra característica del modelo extractivo-exportador fue la transferencia del excedente económico nacional al exterior del país. Los barones del estaño (Patiño, Hoschild y Aramayo) mantuvieron sus casas matrices fuera de Bolivia. Patiño registró su empresa en Delaware (Estados Unidos), Aramayo en París y Hoschild en Nueva York. El sistema financiero privado estaba dominado por el Banco Mercantil, de propiedad de Patiño, y el Banco Central, creado en 1928, no tenía ningún control sobre la moneda extranjera generada por la gran minería que adquirió la dimensión de un superestado.
Exportación y precios del estaño (1900-30)