
Dijimos en la introducción, que ninguna conquista y colonización se ha hecho en la historia del mundo, sin sangre y dolor. España legó a estas tierras su lengua, su religión, sus instituciones. Pero muchos de los protagonistas de la hazaña de someter a un continente nuevo, buscaban también su propio beneficio y el de su país. Con el paso de los años, las gentes nacidas aquí, indígenas o mestizos, empezaron a plantearse la necesidad de gobernarse a sí mismos y dar fin con los impuestos y gabelas que favorecían a un país situado al otro lado del Océano. Con esa idea, todavía embrionaria surgieron aquellos bravos varones que la historia conoce como precursores pues quizá se adelantaron a su tiempo sacrificando sus vidas por la idea de una patria nueva.
José Alonso de Ibáñez
La riqueza inmensa del cerro de Potosí sirvió de escenario a una guerra civil que ya tuvo ribetes de autonomía pues en ella se enfrentaron los “vicuñas” (llamados así por el sombrero de lana de ese animal, que empleaban), es decir los criollos, frente a los “vascongados” de origen español y que manejaban la administración y el gobierno de la Villa Imperial, liderizó a los primeros José Alonso de Ibáñez a quien se condenó a muerte, junto a algunos de sus lugartenientes. (1617). Su viuda, Leonor de Vasconcelos viajó hasta Lima y vestida de hombre, mató al regidor de Potosí, Rafael Ortiz de Sotomayor, culpable del ajusticiamiento de su esposo. Hubo lances en las calles y también peleas campales entre los dos bandos y la guerra se prolongó por varios años. Ibáñez fue condenado a muerte con el argumento de que había ofrecido la emancipación de las colonias. Las luchas entre vicuñas y vascongados se prolongaron por casi un siglo.
Alejo Calatayud
En Cochabamba el detonante de la insurrección fue una nueva disposición de la Corona destinada a hacer pagar tributación a los indios que se hacían pasar como mestizos, y la comandó Alejo Calatayud quien reivindicó el derecho del pueblo a elegir las autoridades comunales (cargos que, como hemos visto, vendía la Corona al mejor postor). El alzamiento duró dos meses y se apagó por la traición precisamente del Corregidor que habían nombrado los insurrectos (1730).
Alejo Calatayud.
Juan Belez de Córdova
En Oruro, Juan Belez de Córdova que aseguraba descender en línea directa de los reyes incas, hizo circular un “Manifiesto de agravios” en el que proclamaba la lucha contra el oprobioso régimen español y la restauración del régimen incaico, pero fue descubierto y ajusticiado. 1739.
Sebastián Pagador
Una década después, Sebastián Pagador y Jacinto Rodríguez levantaron al pueblo de Oruro alegando que el Cabildo de la ciudad debía ser integrado por hijos del país y no por españoles. La rebelión de Pagador se vio complicada con el alzamiento indígena que se produjo en el Alto Perú, bajo inspiración de Tupac Catari, que veremos más adelante.
Esta rebelión de los mestizos, apoyada por los indios de las comarcas cercanas, fue la primera insurrección en la que participaron, contra los españoles, los indios, mestizos y criollos; pero Sebastián Pagador resultó sobrepasado por la insurrección indígena y murió durante los saqueos a los que se entregaron los rebeldes (1781).
Los Comuneros de Nueva Granada
En el resto de los territorios de América también se producían brotes de protesta contra el mal gobierno; y vale la pena mencionar el de Nueva Granadal la actual Colombia) y el del Paraguay. A raíz de la guerra entre España e Inglaterra, en Nueva Granada el gobierno español impone mayores impuestos para conseguir dinero y entonces se levanta “el común” o sea el pueblo, dispuesto a no tolerar más exacciones. Las autoridades son reemplazadas por Juntas comunes y ante la magnitud del movimiento los españoles firman unas “capitulaciones” comprometiéndose a no exigir más impuestos. Luego, sintiéndose más fuertes, se retractan y entonces asume nuevamente la dirección del movimiento rebelde José Antonio Galán, quien no encuentra el apoyo necesario y es apresado y muerto por las autoridades.
(Lectura)
Subversión urbana y rural
Las sublevaciones de esta época tuvieron por origen y causa la necesidad humana de sacudirse del yugo que representa toda una complicada maraña de formas opresivas y ultrajantes. Un deseo inmenso, incontenible de libertad, esboza el gesto de todas las gestas redentoras. Las riquezas del suelo sólo sirvieron para esclavizar a los americanos en lugar de darles mejor vida. La mita, la encomienda, el repartimiento, la reducción, las aduanas, las alcabalas, el desprecio peninsular con la privación de oportunidades para el mejoramiento de criollos, mestizos e indios en su propio suelo, y la genialidad inconforme de los pueblos, dieron lugar a los pronunciamientos.
Augusto Guzmán “Historia de Bolivia”
Curiosidades de la historia
En la primera década del siglo XVII, Potosí es una de las ciudades más grandes y ricas de la América española. Se encuentran peninsulares de todas las regiones o “naciones” como se decía por entonces; y además de indios, mestizos y mulatos, el bando de los “criollos” hijos de españoles, nacidos en el país, bautizados con el tiempo como “vicuñas” por el sombrero que usaban hecho de piel de ese animal y que los distinguía de los vascongados, salidos de España. No escaseaban los portugueses e incluso había pequeñas colonias de franceses y alemanes. Los vascongados dominaban la política y la economía de la ciudad.
Vicuñas y Vascongados se enfrentaron en el curso de varios años, hasta 1622 con mosquetes, trabucos, arcabuces, escopetas, pistolas y pistoletas, lanzas, espadas y alfanjes, en verdaderas batallas campales, con cientos de caballeros y comparsas de indios y esclavos negros, de lado y lado. Predominaron sin embargo los lances de capa y espada, las luchas callejeras, los asaltos a domicilio y la quema de habitaciones. En esos años, según los cálculos de varios autores, que recoge Orzua y Vela en su monumental obra, murieron trágicamente 3.332 españoles, 2.435 entre indios, negros y mulatos; perecieron en los alrededores de la ciudad otras 685 personas; hubo 3.728 heridos, más de dos mil robos y 200 casas incendiadas. El autor que citamos habla de la codicia de unos y la ambición y maldad de otros y atribuye la prolongada y feroz guerra a las maquinaciones del “enemigo común”, el demonio, que envenena el alma de los protagonistas.
Enfrentamiento enter Vicuñas y Vascongados.
La famosa historia de Romeo y Julieta se repitió en Potosí durante la guerra de vicuñas y vascongados, pues la hija de Francisco Castilla, General de los vicuñas, se enamoró del hijo de Pedro Oyanume, Capitán de los vascongados. Los jóvenes contrajeron matrimonio y se produjo la paz entre los dos bandos por algunos años; pero como la causa de la lucha no era tan solo una rencilla entre familias, sino el gobierno y la economía de la ciudad, la guerra continuó por casi cuarenta años más.