de: José Ma. Sánchez Silva
Edición: Fernández Editores S.A. México
“El autor de “Marcelino Pan y Vino y de su segunda parte, las historias menores de Marcelino Pan y Vino, nació en la capital de España a principios de la decena de los dieciséis de este siglo y tiene, además de una envidiable carrera periodística, un puesto eminente en la novelística de su patria, a causa de sus cuatro obras anteriores: “El hombre de la bufanda”, “La otra música”; “La ciudad que se aleja” y “Juana de Arco”. Pero si eso no fuera suficiente para catalogarlo como hombre de letras insigne, es el Premio Nacional de Literatura, de 1943; Premio Nacional de Periodismo de 1945, y Premio Mariano de Vacia, de 1947.
Interpreta este dibujo:
Dibujo @quí
Puntuación
Aquí van unos ejemplos al respecto. Analízalos con cuidado y, luego, busca otros que amplíen la visión de tu conocimiento. Copia algunos fragmentos de la obra “Marcelino Pan y Vino”, y, observa en ellos, cómo funciona la puntuación. He querido darte estas ideas sobre el particular. ¿Qué tal?
Punto seguido después de la oración.
“Al sonido de la campana, pronto comenzó a escucharse actividad por todas partes. Cuando el hermano presentó al niño al padre Superior, éste no pudo disimular su sorpresa, y con él los demás padres, y luego los restantes hermanos, quienes corrieron todos al lugar donde oían las exclamaciones de asombro”.
Punto aparte después del párrafo.
“– Parece un pequeño San Francisco.
Sí, sí. San Francisco. Marcelino era capaz de llevar a una hormiga demasiado cargada hasta su destino, pero también lo era de cegar con tierra el hormiguero para ver cómo las hormigas, desorientadas, rompían su orden de trabajo y corrían alocadamente como si hubieran perdido su camino y no supieran dónde se encontraban”.
Coma en las enumeraciones.
“Así, el Padre”, a secas, era para él el nuevo padre Superior, el anciano enfermo era “Fray Malo”, y el nuevo portero era “Fray Puerta”, y fray Bernardo, aquel que propusiera al padre bautizar al niño, fue, desde que Marcelino lo supo, “Fray Bautizo”.
Punto y Coma.
“En el cielo, hijo; en el cielo.
Marcelino comprendía que las personas mayores lo saben y lo pueden todo; pero como era muy observador, también comprendía que las personas mayores, a veces, también se equivocaban; ¿por qué no podían equivocarse asimismo en aquello de su madre y del cielo, al cual había mirado tanto por sí la veía?”
Dos puntos en los encabezamientos:
“El Vaticano, a 11 de Junio de 1953 Distinguido señor:
He puesto en las manos del Augusto Pontífice el ejemplar de su libro titulado:
Marcelino Pan y Vino, que usted ha querido hacerle llegar en homenaje de su filial devoción.
Con gusto le notifico que su obsequio ha sido acogido por su Santidad con paterno agrado, encargándome El de transmitir a usted su vivo agradecimiento”.
Puntos suspensivos cuando la idea no termina.
¿Y qué, Marcelino? – le animó Jesús
Pues que... – Marcelino dudaba. Pues que te voy a subir una manta para que te cubras un poco y no tengas frío, pero no sé si eso es robar”.
Signos de admiración en los estados de ánimo.
“En aquel mismo instante, once voces clamaron:
¡Milagro!, detrás de la puerta del desván, sobre la escalera”.
Signos de interrogación en las preguntas.
“– Dime: ¿quieres ser fraile como.... los que te han cuidado?
¿Quieres que vuelva junto a ti “Mochito”, o que no se muera nunca tu cabra? ¿Quieres juguetes como los que tienen los niños de la ciudad y del pueblo? ¿Quieres, mejor, el caballo de San Francisco? ¿Quieres que venga contigo Manuel?"
Guion mayor en los diálogos.
Tú tienes madre, ¿verdad?
— Sí – repuso Aquel.
— Y dónde está? -preguntó Marcelino.
— Con la tuya –dijo Jesús.
— ¿Y cómo son las madres? –interrogó el niño–