¡Hola, amigos! ¿Qué tal? ¿Cómo les cayó la vacación de fin de año? ¿Tal vez algún viaje como premio? ¡Ah, las preguntas que puedo hacerles! Porque cuando se es curioso, preguntador, siempre se aprende.
Ahora que me acuerdo. Ayer no más el profesor decía: “Anden rectos, no se tuerzan, amigos. Árbol torcido ya es difícil enderezar, sino imposible”. Cierto. Eso estaría mal. ¡Muy mal!
El otro día, también de boca del profesor, escuché:
— En estos tiempos en que se han aflojado los resortes morales, los jovencitos están propensos a descarriarse fácilmente, convirtiéndose en las “ovejas negras” de sus familias y de la sociedad.
Dibujo
— “¡Atatau!” — me oí decir.
— El cine está haciendo estragos en nuestra juventud, mostrando solamente las costumbres relajadas de las sociedades supercivilizadas. A eso se suman los “mochileros” que nos llegan por oleadas, trayéndonos el vicio y la degeneración, a quienes se los puede llamar con propiedad “emisarios negros” de la tan decantada cultura Occidental. Y los jovencitos, infelizmente, son inclinados a caer en la tentación. O captar tan sólo aquello que es malo; esto es, ya por curiosidad, ya por imitación …
— No se preocupe por mí, profesor — le corte ufano —. Yo sé dónde me aprieta el zapato.
“Hola”, le hizo exclamar mi arranque, con una mueca de admiración. Luego, batiendo el índice, añadió:
— ¡Muy bien! Así me gusta.
Por el tono con que lo dijo me inflé un poquito, claro está.
Después prosiguió:
— Hay fronteras morales dentro de las cuales tenemos que vivir y convivir queramos o no. Quien quiera salirse de ese marco cae en la reprobación de la sociedad.
¿Comprenden? Lo que es yo tuve que romperme la cabeza. A don Temis, alguna vez, se le ocurre hablar “en difícil”.
— Nuestras culturas nativas poseen envidiables valores morales, empero la llamada “civilización”, está haciendo tabla rasa con todos ellos, imponiéndonos otras normas de convivencia, a mi modo de ver, no siempre buenas.
Aquí revolví mis ojos. Y dijo otras cosas más.
Ahora bien, pueden decirse: “¿A qué le viene toda esta monserga?”. Y con razón sería. ¡Bah! … Está visto: es mi flaqueza. O sea, en ese afán que tengo de llegar a los compañeros, generalmente me hago llevar por el corazón. Y me doy cuenta cuando ya he metido la pata. “Piedra lanzada no tiene vuelta”, tengo que estarme diciendo después, meneando la cabeza. Y reflexiono: ¿Qué soy yo o quién? Cierto. No soy más que un rapazuelo como ustedes. No obstante, mis padres -socialmente humildes- me inculcaron solidos principios morales… ¿Qué? … ¿Todo eso he dicho? … ¿De dónde me salió tanta maravilla? Dirán que no es estupendo, sin embargo. ¡Pura casualidad! ¿Moralista Nick? ¡Ji ji ji! … No; es tan sólo el corazón que habla. A veces también dicen que es engañoso el corazón ¿Cómo será? A ver, opinen.
A lo que me iba era a otra cosa. Porque, a los mejor, extrañados, están diciéndome: ¿Qué? … ¿Nick en la Capital Valluna? ¿Por qué? ¡Si él es un “Ch’ukuta” de pura cepa! Y como no quiero que se devanen los sesos les diré que me cansé de La Paz. Claro. Allí es para desesperarse. En ese hoyo… el pecho oprimido … No hay campo ni para estirar los brazos; y si se los estira ya están chocando con los cerros. En tiempo de lluvias, ah, eso de estar andando … Mientras que aquí …
Con los “bambinos” estoy haciendo buenas migas. Rápido no más me he hecho de excelentes camaradas. Como puede darse cuenta, ya estoy en el Séptimo Grado. ¡Una noticia, amigos! Por una rara y feliz coincidencia, don Temis también trabaja en el mismo establecimiento donde estoy yo. Parece que fuéramos el uno para el otro. ¡Lo que es el destino!
El primer día que nos encontramos … ¡Hum, para qué contarles! Ese sólo hecho abarcaría todo un libro. Conversamos … Hicimos proyectos … Nos acordamos de los compañeros del pasado año … ¡Ah, don Temis! El mismo de siempre. Finalmente, me preguntó:
— ¿Por qué no realizamos algunas actividades dentro del Grado?
— ¡Pero, profe! — exclamó estallando en alegría y frotándome las manos —. ¡Podemos comenzar ahora mismo!
Como haciéndome notar que me estaba precipitando, me repuso: “Mañana”.
Así, compañeros, desde el “Corazón de Bolivia” trataremos de conducirlos por los anchos caminos de nuestras inquietudes. ¿Les parece bien? Una cosa ha de ser importante. Tienen que aprender a opinar, que es como decir a pensar.
a. Vocabulario. Busquen en el diccionario el significado de estas palabras, excepto aquellas que ya tienen definición, y escriban sobre la línea de puntos.
Reprobación = … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …
Convivencia = … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …
Monserga = … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …
Coincidencia = … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …
Estupendo = … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …
Léxico nativo = … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …
¡Atatau! = Interjección del que siente dolor.
Ch’ukuta = Gentilicio de los paceños.
Aplicación. Construya oraciones con las voces castellanas.
Ejemplo. Josefa fue reprobada en la prueba semestral.
1. … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …
2. … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …
3. … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …
4. … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …
b. Sinónimos. Son muy importantes para enriquecer el lenguaje. Pues bien, la mayoría de los vocablos castellanos cuentas con otras palabras que tienen el mismo significado, o, por lo menos, aproximado. A éstas se llaman sinónimas.
Ahora, busquen en el diccionario de sinónimos el sinónimo correspondiente y completen, conforme al ejemplo:
Vocación. Asueto
Curioso. … … … … …
Colmo. … … … … … …
Enderezar. … … … … …
Escuche. … … … … … …
Propenso. … … … … …
Descarriarse. … … … … … …
Estragos. … … … … … … …
El profesor puede explicar el significado de valores morales, a través de ejemplos.
Emisarios … … … … … … …
Reprobación … … … … … …
Flaqueza … … … … … … … …
c. Control de lectura. Respondan al cuestionario:
— ¿Qué actitud asume Nick en el primer párrafo?
— ¿Qué había expresado el profesor?
— ¿Qué dice del cine y los “mochileros”?
— ¿Cuál fue la salida de Nick? ¿Qué dijo el profesor?
— Según Nick, ¿Cómo son los “bambinos”?
— ¿Qué impresión tiene Nick del profesor?
d. Juicio crítico. Respondan al siguiente cuestionario:
— ¿Qué es parece la lectura? ¿El lenguaje empleado? ¿Podrían reestructurar algó?
— ¿Qué trata de infundir la lectura?
— ¿Cuál es la idea central y cuáles son las secundarias?
— ¿Qué valores trata de resaltar? ¿Y por qué?
e. Expresión oral. Comenten, párrafo por párrafo, las expresiones de Nick. Todas se prestan a diversas interpretaciones.
f. Expresión escrita. Escriban una carta a Nick haciendo conocer sus impresiones sobre lo que él dice. No más de una página de cuaderno.
g. Ortografía.
1. Corrijan en la carta los errores ortográficos que, con seguridad, se han deslizado. Señalan con rojo las faltas. Después, cada palabra mal escriba, ya corregida, escríbanla cinco veces. (¡Ojo! No es castigo; tienen que comprender eso. La ortografía se aprende mejor escribiendo que repitiendo reglas).
2. Otro ejercicio. Háganse dictar el mismo texto. Ahora confronten. ¿Qué les parece?
¡Miren la escritura! … ¡Si no se puede leer siquiera! Los signos de entonación … son muy importantes … las mayúsculas … Procuren eliminar poco a poco los errores. No hay mejor cosa que la escritura legible y correcta.
Información gramatical
Oración y párrafo
Copiamos las palabras de Nick:
“¡Hola, amigos! ¿Qué tal? ¿Cómo les cayó la vacación de fin año? ¿Qué cosas hicieron? ¿Tal vez algún viaje como premio? … ¡Ah, las preguntas que puedo hacerles! Porque cuando se es curioso, preguntador, siempre se aprende”.
Este trozo es un párrafo:
Parrafo, es cada uno de los trozos de un escrito que empieza con mayúscula y termina con punto y aparte.
Ahora, veamos la oración:
“¡Hola, amigos!” (oración), “¿Qué tal?” (oración)
“¿Cómo les cayó la vacación de fin de año?” (oración) …
Cada una de estas expresiones independientes es oración.
Oración, es una palabra o un conjunto de palabras que expresan un concepto cabal.
Otros ejemplos de oraciones:
“Los jovencitos están propensos a descarriarse”.
“El cine está haciendo estragos en nuestra juventud”.
Práctica.
Continúen extrayendo otras oraciones sencillas del texto y escriban sobre en el campo de abajo.
… … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … … …
— Uso del punto y seguido y del punto y aparte. Copiamos del texto.
Con los “bambinos” estoy haciendo buenas migas. Rápido no más me he hecho de excelentes camaradas. Como pueden darse cuenta ya estoy en el Séptimo Grado. Por una rara coincidencia estoy otra vez en el curso de don Temis. Parece que fuéramos el uno para el otro. Es un gran profesor.
¿Ven? El punto y seguido se utiliza para separar oraciones autónomas pero que tengan relación entre sí. Es decir, deben referirse al mismo asunto, aunque de una manera independiente.
En cambio, el punto y aparte se utiliza se utiliza al final de cada párrafo, cuando el periodo forma sentido completo, de tal modo para poder pasar a otro nuevo sin quedar pendiente la compresión de aquél.
Aplicación. Coloquen los puntos correspondientes (seguido y aparte) en el siguiente trozo, transcribiéndolo sobre las líneas de puntos.
Me acurruqué en un rincón los compañeros me miraban en eso entró el profesor estaba molesto a ojos vistas qué don Temis malhumorado que sea y me puse a pensar en el examen seguro que voy a sacar nota de aplazamiento no estudié voy a viajar a Patacamaya me está esperando mi padre me ha llamado por carta no hay como él siempre cariñoso la carta me hizo pensar en mis animales en mi burrito ya debe estar grande me lo pondrían carga ya.