Este es un trozo de la carretera Panamericana. La Carretera Panamericana es un esfuerzo de todos los pueblos americanos para comunicarse y relacionarse entre sí.
Va desde el Canadá hasta el sur de la Argentina, uniendo todas las capitales sudamericanas.
Está idea no es nueva. Hace muchos años un gran imperio había construido una amplia red de caminos en Sud América. Tenían como centro de gobierno al Cuzco, desde dónde irradiaban sus órdenes por medio de los Chasquis (Mensajeros) que recorrían todo el imperio por estos caminos.
Machupichu
Estos caminos se dirigían a las cuatro regiones en que, estaba dividido este gran imperio: Antisuyo, Chinchasuyo, Contisuyo y Collasuyo.
La autoridad del Inca era absoluta. Pero un grupo de ancianos y de hombres muy capaces le asesoraban, era la Nobleza. Estos para distinguirse de los demás, haciendo un orificio, se ponían aretes en cada una de las orejas. Eran adornos de metales preciosos que se incrustaban en los pabellones. Por esto se les llamaba Los Orejones. Este grupo gozaba de muchos privilegios.
El Inca y la nobleza
Distintivos de la nobleza
Por ser un pueblo sumamente religioso, los sacerdotes, los adivinos (Achic), los confesores (Ichuri), y los magos pertenecían a esta clase privilegiada.
El pueblo, integrado por los Puric, sobrellevaba todo el trabajo de la producción agrícola y de la artesanía. Los productos que obtenían servían para el sustento de todo el imperio. Es decir, ellos trabajaban y el Estado recogía todo el producto y lo distribuía según las necesidades de cada familia. Por esto, el trabajo estaba dividido en tres partes: Para el pueblo, para la nobleza y para los sacerdotes.
Había un grupo de hombres que estaban dedicados a la servidumbre, eran los Yanaconas. Los pueblos sometidos, estaban obligados a convertirse en yanaconas de los súbditos del imperio. Igualmente, algunos hombres castigados por sus crímenes debían servir casi como esclavos.
Los incas tenían una forma muy especial para gobernar a los pueblos conquistados y rebeldes. Cambiaban pueblos enteros de lugar y les ponían como jefes a gente de su nobleza. Expulsaban a los jefes nativos y de esa manera debilitaban el poder de sublevación de los conquistados. Los pueblos así sometidos se llamaban Mitimaes. Les cambiaban la religión, el idioma y les enseñaban nuevas costumbres.
El aspecto más importante del imperio era la organización que tenían; sólo los más grandes pueblos llegaron a una organización tan perfecta. Podríamos decir que el gobierno del imperio era de tipo totalitarista. El poder estaba únicamente en el Inca y de él dependían todas las autoridades. El pueblo no tenía ninguna participación en el gobierno.
Organización de los pueblos o ayllus
Religión
Era un pueblo sumamente religioso. Destinaban un tercio de su producción al culto. Los encargados de rendir culto a los dioses formaban un grupo social especial.
El Dios supremo era Con-ticci-Viracocha, Dios creador de otros dioses y de los hombres.
Pero el dios más popular era el sol, “Inti”, a quien se le rindió posteriormente un culto muy especial. Adoraban también a los antepasados enterrados en las huacas.
Para rendir culto al Sol estaba el sacerdote máximo llamado “Willac Uma” que residía en el Cuzco y organizaba las fiestas y el culto en honor al dios Inti.
Junto al templo había una casa donde vivían jóvenes consagradas a Dios, llamadas ñustas. Sacerdotes y ñustas rendían culto al Sol con el sacrificio de llamas, vicuñas y otros animales. Toda una compleja ceremonia se desarrollaba para efectuar estos sacrificios.
De esta organización religiosa nace su moral como mandato del dios Sol. Moral que esencialmente se reducía a estos tres puntos que ningún quechua podía desconocer:
AMA SUA = No seas ladrón
AMA LLULLA = No seas mentiroso
AMA Q'ELLA = No seas flojo
Son los mandamientos básicos, cuya transgresión era severamente castigada con azotes y aún con la misma muerte.
Esto nos hace ver la importancia para los incas del servicio a la colectividad. El bien social era lo principal.
Hombres celebres del imperio
Si este imperio llegó a adquirir un progreso tan grande se debe a la capacidad de gobierno de algunos de sus jefes.
El primer movimiento de progreso del imperio fue extender sus dominios. Partiendo del Cuzco fueron conquistando más y más pueblos.
Un ejemplo de valor y capacidad guerrera fue, el inca Viracocha, que preparó al imperio para que su hijo Pachacuti (o Pachacútec) Inca Yupanqui lo organizara y le diera la extensión máxima. Pachacuti hizo del Cuzco una gran ciudad, construyendo templos y casas de piedra labrada, con la grandeza que aún conserva:
“MACHU PICCHU”. Él fue quien, por primera vez, para tranquilizar a los rebeldes pueblos conquistados que se resistían a obedecerle, organizó los mitimaes.
Inca Yupanqui
Este sistema fue perfeccionado por su hijo Tupac Inca Yupanqui que dividió el poder en forma decimal creando los cargos de “Chunca Curaca, Huaranca... etc. Además, impuso la esclavitud a los yanaconas. Quiso visitar personalmente todo su imperio, pero era tan grande que no pudo. Llegó hasta el Collao y visitó Charcas.
Este fue el padre de los Incas Huáscar y Atahuallpa.
Arte
El arte recibió influencia de origen colla, sobre todo en la arquitectura y en la cerámica.
Sus construcciones son admirables, de grandes dimensiones como puedes observar en la figura de Machu Picchu. Usaban la piedra pulimentada y tallada con tal exactitud que no hacía falta otro elemento, como cemento o barro, para unirlas. Las piedras según su forma debían ser acomodadas por medio de cortes precisos. Por ejemplo, es famosa una piedra que se encuentra en el Cuzco que tiene 12 ángulos para poder concuasar con las piedras de su rededor.
La forma de arte en la que sobresalen son los tejidos. Hacen de los tejidos un arte donde alcanzan gran perfección: estilizan las figuras y usan gran variedad de colores.
Tejiendo con hilos de lana llegaban a representar formas humanas, formas de animales y adornos geométricos estilizados. Las figuras resaltaban con sus colores brillantes sobre un fondo oscuro.
Tejido Inca
Cerámica
Siguiendo los elementos dejados por los collas, llegaron a adquirir gran habilidad para hacer sus utensilios de barro cocido. Los adornaban con colores y les daban llamativas formas de animales y seres humanos; a los que daban una viva expresión.
Música
Su expresión musical no es desconocida para nosotros.
La escuchamos en muchas de nuestras canciones: El yaraví, el huayño y otros tonos que aún los autóctonos los interpretan en sus fiestas.
Descubrieron algunos instrumentos musicales que todavía conocemos, como ser: la quena, la zampona, el pinquillo, los pututus y los caracoles.
El Pututu
Los pututus y los caracoles se utilizaban no para diversión sino en tiempo de guerra y en las ceremonias religiosas.
Teatro
A los incas les gustaba las representaciones escenificadas y para ello componían obras dramáticas. Los temas predominantes, eran guerreros. Así recordaban los hechos más señalados de su historia. Uno de ellos es el Ollantay.
Las representaciones estaban a cargo de la nobleza, y estaban dedicadas al Inca.
La forma de conservar y transmitir estas obras, era la tradición oral, pues no se sabe si llegaron a tener escritura. Sin embargo, usaban los quipus (cuerdas de varios colores y con diversos nudos) que parece les servían para memorizar datos.