El empantanamiento: Guevara, Natusch y Gueiler

Al general David Padilla Arancibia se le reconoce el mérito de haber satisfecho las aspiraciones populares al presidir, en mayo de 1979, las primeras elecciones verdaderamente libres llevadas a cabo en Bolivia.

Alberto Natusch Busch.

El fraude montado por Banzer en la abortada elección de Pereda, dio lugar a un vigoroso movimiento popular que exigía un comportamiento democrático.  Las Fuerzas Armadas, tras 15 años en el poder, acogieron ese clamor y presidieron una justa electoral en la que salió vencedor Hernán Siles Zuazo.  Este, después de un largo receso, volvía a la arena política compitiendo con su antiguo correligionario Víctor Paz Estenssoro quien obtuvo el segundo lugar, a muy escasa distancia de su adversario.  Puesto que ninguno de los dos logró la mitad más uno en la consulta popular, la elección del presidente quedó en manos del Congreso. Pero después de cinco infructuosas votaciones (que dieron lugar a la expresión de “empantanamiento”) ninguno de los candidatos pudo alcanzar el mando supremo por lo que éste fue encomendado al presidente del Senado, Wálter Guevara Arze.  Pero, a los tres meses de ejercer el mando, Guevara fue derrocado por un sangriento golpe militar encabezado por el coronel Alberto Natusch Busch con apoyo del MNR.

Represión en santa cruz

Otro Todos Santos Sangriento

En de noviembre de 1979, el regimiento Tarapaca, a órdenes del coronel Arturo Doria Medina, sitió con tanques y armamento pesado la ciudad de El Alto a fin de neutralizar las manifestaciones contrarias al golpe de Natusch.  Como éstas se produjeron, la tropa abrió fuego contra los inermes alteños con un saldo aterrador de más de cien muertos y cerca de un millar de heridos.  Asimismo, se supo que los ametrallamientos también se hicieron desde helicópteros militares que patrullaban la zona.  Esta fue la segunda masacre que se lleva a cabo en ocasión de aquella festividad que forma parte de una de las más persistentes tradiciones bolivianas.  La primera tuvo lugar, en la misma fecha, en 1967 cuando fueron acribillados trabajadores mineros de Llallagua y Siglo XX por considerárselos sospechosos de colaborar con la guerrilla del Che Guevara.

Aparece el MIR y se funda la UDP

Jaime Paz Zamora.

El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) fue fundado en 1971 por los dirigentes de la Democracia Cristiana Revolucionaria, Antonio Araníbar, Oscar Eid y Adalberto Kuajara.  A ellos se plegaron Jaime Paz Zamora, (cuando estaba a punto de recibir las órdenes sacerdotales en el seminario de Córdoba, Argentina) y Pablo Ramos Sánchez, cabeza de un grupo izquierdista llamado Espartaco.  En 1978, los jóvenes del MIR entraron en un acuerdo político con el veterano Hernán Siles Zuazo quien, enemistado con Paz Estenssoro, desde que éste colaboró con Banzer, creó una disidencia dentro del MNR a la que llamó MNR de Izquierda (MNRI).  De la fusión de estos dos partidos nació la Unidad Democrática y Popular (UDP) que logró triunfar tanto en las elecciones de 1978 como las de 1979, inaugurando así un período de auge de esta sigla política cuya preeminencia en la política boliviana dura 10 años.  Es la época de un izquierdismo de fuerte tinte populista cuyo discurso se centraba en el restablecimiento de las instituciones nacionales y repudio al militarismo.  No tuvo un programa económico concreto, salvo la repetición de antiguos slogans nacionalistas y estatistas.

Lidia Gueiler Tejada

El golpe de Natusch encumbró a éste sólo durante dos semanas con el apoyo de una fracción del MNR representada por Guillermo Bedregal Gutiérrez, Edil Sandóval Morón y Abel Ayoroa Argandoña.  Se convirtió en prisionero de sí mismo ya que durante ese tiempo no pudo salir del Palacio de Gobierno.  El Congreso siguió funcionando convirtiéndose en el baluarte de la resistencia al golpe y allí, a tiempo de desconocer a Natusch, se decidió reemplazar a Guevara por la presidenta de la Cámara de Diputados, Lidia Gueiler Tejada.  Esta opción fue respaldada por la Central Obrera Boliviana debido, entre otras razones, a que Gueiler pertenecía al Partido Revolucionario de Izquierda Nacionalista (PRIN) cuyo jefe Juan Lechín Oquendo era, a la vez, máximo dirigente de la Central Obrera Boliviana.  En los hechos se produjo una rendición de Natusch, quien entregó las insignias del mando a Lidia Gueiler.  La nueva presidenta en su juventud había militado en el MNR, al comienzo de la revolución de 1952, como líder de un combativo y militante sector femenino conocido como “las barzolas”, nombre que evocaba el lugar donde se firmó el decreto de nacionalización de las minas.  El gobierno de Gueiler duró seis meses, al cabo de los cuales fue depuesta por otro golpe encabezado por Luis García Meza, en julio de 1980.  De esa manera, en sólo dos años, Bolivia tuvo cinco presidentes.  Fue una etapa de convulsión política, agravada por la crisis económica del endeudamiento externo el cual, por entonces, ya alcanzaba a la suma de tres mil millones de dólares.

Concentración de la Central Obrera Boliviana.