Pese a haber actuado junto con Barrientos para derrocar al MNR en 1964, el general Alfredo Ovando Candia, Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, adoptó una posición nacionalista inclinada hacia la izquierda.
El gobierno de Alfredo Ovando Candia.
El 26 de septiembre de 1969, un incruento golpe militar-civil encabezado por el general Ovando, derrocó a Luis Adolfo Siles quien, en su calidad de vicepresidente, había asumido el mando de la nación al fallecimiento del general Barrientos en un accidente de helicóptero acaecido en abril de aquel año. Ovando sorprendió al país pues, en lugar de la clásica junta militar, se proclamó presidente de un “Gobierno Revolucionario” e integró su gabinete con un grupo de jóvenes intelectuales entre los que se destacaban Marcelo Quiroga Santa Cruz, José Ortiz Mercado, José Luis Roca, Alberto Bayley, Mariano Baptista Gumucio y Oscar Bonifaz. Fue un gobierno paritario de militares y civiles, pero en el cual predominaba la influencia de estos últimos otorgando así una característica novedosa al régimen. Ovando acometió importantes reformas a la estructura social y económica del país lo cual ocasionó una reacción negativa del sector empresarial, así como de los grupos conservadores y derechistas de las Fuerzas Armadas. Estos conspiraron para derrocarlo lográndolo poco después de un año de gobierno.
Unos oscuros crímenes
Las buenas intenciones de Ovando se vieron ensombrecidas por una serie de asesinatos que tuvieron lugar durante su gobierno y que nunca llegaron a esclarecerse. La primera víctima fue el destacado periodista y editor, Jaime Otero Calderón quien apareció muerto por estrangulamiento en su oficina de La Paz. Luego sucedió el atentado contra el propietario y director del entonces influyente diario Hoy, Alfredo Alexander, quien fue victimado junto a su esposa por una bomba colocada en su dormitorio. Finalmente fue asesinado a bala, en el valle cochabambino, el dirigente campesino Jorge Soliz, conocido por sus simpatías al barrientismo y por las críticas al régimen de Ovando. La oposición a éste no vaciló en imputarle dichos crímenes y aunque nunca hubo evidencia que probara la acusación, el gobierno sufrió un gran desprestigio que se sumó a la resistencia que ya existía a raíz de la nacionalización de las concesiones petroleras de la empresa norteamericana Gulf Oil Company. El gobierno fue visto con una tendencia hacia la extrema izquierda pues, entre otras medidas, había restablecido plenas relaciones con la Unión Soviética que estaban suspendidas durante más de 25 años.
El mandato revolucionario de las fuerzas armadas
En este documento se plasmó el programa de gobierno de Ovando. En él se sostenía la necesidad de controlar y decidir el manejo de sus recursos naturales, así como implantar un modelo de desarrollo donde el Estado tuviera un papel protagónico. En realidad, era un retorno al modelo nacional revolucionario vigente durante la década anterior y que había sido abandonado por Barrientos cuyo régimen, fuertemente anticomunista y proimperialista, había abjurado a todos aquellos principios. El mandato fue firmado por toda la jerarquía militar significando así el respaldo y compromiso de la institución armada frente a las reformas que Ovando se proponía ejecutar en su gobierno. El documento también alertaba a la nación sobre los peligros del dominio indisimulado que ejercía el capital extranjero en las decisiones del país para lo cual contaba con grupos de poder atrincherados en las instituciones nacionales y en los medios de comunicación. Estas ideas contenidas en el mandato sirvieron de guía para la breve y accidentada gestión de un militar nacionalista que se había erguido como líder político en un momento de transición que vivía el país.
René Barrientos Ortuño - Victor Paz Estenssoro.
Reforma administrativa y estrategia del desarrollo
Bajo el liderazgo del ministro de Planificación José Ortiz Mercado, el gobierno de Ovando puso en vigencia una “Ley de Bases del Poder Ejecutivo” la cual dispuso una estructura sectorial del gobierno con atribuciones plenas para los ministros cabeza de sector. Se definió que la autoridad de éstos se encontraba por encima de los ejecutivos de los grandes entes estatales como Comibol y YPFB quienes anteriormente poseían un poder omnímodo que incluso llegaba a eludir los controles gubernamentales. El modelo acentuaba el clásico centralismo boliviano y se extendía a prefecturas, alcaldías y entidades públicas de todo el país. La “Estrategia socioeconómica del desarrollo” enunciada en la fase final del gobierno respondía a los criterios estatistas que prevalecían en esa época con fuerte influencia de la CEPAL. Se planteaba una planificación “imperativa” para el sector público e “indicativa” para el privado, aunque siempre insistiendo el intervencionismo estatal en la economía. Según estos conceptos, la única opción que poseen las naciones débiles y semi coloniales es poseer un Estado central vigoroso y bien organizado que las defienda del capital transnacional, del imperialismo financiero y de sus agentes agazapados en organismos internacionales y dentro del propio país. Era “la nación versus la anti-nación”.
En ese entonces qué pasaba en el mundo
Asesinato de Luther King
1968. Martin Luther King, Jr, principal dirigente del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, fue asesinado por un francotirador en Memphis.
Arpanet
1969. El departamento de Defensa de Estados Unidos, desarrolla la red informática advanced Research Projects Agency (Arpanet) para conectar instituciones de investigación.
Grupo Andino
1969. En la ciudad colombiana de Cartagena, nace el Grupo Andino conformado por Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú.
Rafael Caldera
1969. El político venezolano Rafael Caldera, es elegido Presiente de la República. En su gobierno, legaliza el Partido Comunista Venezolano (PCV).