La importancia económica que adquirieron en Europa los metales preciosos, dio lugar a que la minería fuera el rubro que más ingresos proporcionó a la Corona española. Al mismo tiempo, coexistía con la economía de intercambio. La circulación de moneda era escasa, especialmente en las regiones agrícolas. La mayoría de la población vivía de la agricultura de autoconsumo.
Las abundantes riquezas metalíferas que proporcionaron las minas de Charcas y México, no contribuyeron al desarrollo capitalista de España, porque la nobleza y monarquía gobernante compraban los productos industriales y manufacturas de Holanda, Inglaterra, Francia y otros países. Estos, gracias a la plata y oro de las colonias, crecieron industrialmente y sus burguesías se consolidaron como clase dominante. España utilizó gran parte de sus riquezas en las guerras de religión en Europa por el dominio imperial del mundo.
PRINCIPALES MINAS.
El monopolio comercial.
España estableció en sus colonias el monopolio comercial. Consistió éste en el intercambio exclusivo de España con América a través de la Casa de Contratación de Sevilla.
Como consecuencia de esta política, ni las colonias ni la metrópoli desarrollaron industrias propias, pues España asumió el papel de simple intermediaria, entre las localizaciones Industriales de Europa y Asia con sus colonias.
Para controlar el monopolio comercial, los únicos puertos habilitados en España fueron Sevilla y Cádiz. En América solamente estaban autorizados los puertos de Portobelo, Veracruz y Cartagena de Indias. Contra el régimen del monopolio se desarrolló el contrabando practicado entre las colonias (separadas por barreras aduaneras) y por mar; también la piratería desarrollada por audaces marinos ingleses.
Con el tiempo, los reyes españoles impulsaron reformas liberales en el campo económico. A partir de Felipe V, se permitió el comercio intercolonial, suprimiendo los puertos de privilegio y abriendo nuevos, tanto en la península como en las colonias.
En 1778, el rey Carlos III flexibilizó las relaciones comerciales de España con sus colonias, hasta que finalmente se concretó el libre comercio.
RUTAS COMERCIALES.
El cerro rico de Potosí.
El 15 de abril de 1545 el indígena Diego Huallpa, descubrió accidentalmente la plata del cerro de Potosí. Los españoles se enteraron de la noticia, apoderándose de las vetas casi puras del codiciado metal. Buscadores de tesoros llegaron de España, de otros países y de las otras colonias hispanas. Nació la ciudad como un desordenado campamento minero.
Potosí, 25 años después del descubrimiento, alcanzó los 120.000 habitantes y en 1650 llegó a los 160.000. Se ubicó entre las tres ciudades más importantes y pobladas del mundo (junto a Londres y Constantinopla), recibiendo el título de Villa Imperial de Carlos V. El auge económico otorgó a Potosí autonomía en asuntos económicos y comerciales, aunque en lo jurídico-administrativo dependía de La Plata.
La minería en Oruro.
Las minas de Oruro fueron descubiertas en la época colonial por el cura Francisco de Medrano y su hermano Diego, en 1595. La Villa creció impulsada por la riqueza argentífera. El año de su fundación oficial (1606) por orden de la Real Audiencia de Charcas, su población llega a 30.000 habitantes.
El potencial minero de Oruro, jamás fue superior al de las minas de Potosí, pero suficiente para convertirla, en la segunda ciudad más poblada del Virreinato del Perú. Hacia 1680, su población alcanzó 80.000 habitantes.