Educación

El idioma de las 23 letras

Los niños de la familia Ketewari pasan el tiempo jugando con su pelota de fútbol, frecuentando el arroyo cercano, descansando y charlando en una carpa de nailon rodeados de cosas desordenadas y una cama vetusta, o en su centro educativo de la comunidad tacana de San Silvestre.  Uno de ellos, Felipe, afirma que cursa tercero básico y que no habla su idioma ancestral.  “No sé decir ni hola.  No me enseñan en mi escuela”.  Allí asisten 20 alumnos a cargo de un profesor que afirma haber realizado sus estudios en la ciudad de La Paz.

El alfabeto tacana consta de 23 letras, cuatro vocales y 19 consonantes, y apunta a ser revalorado en las aulas escolares de los territorios de esta etnia.  Así lo afirma el responsable de Logística del Consejo Indígena del Pueblo Tacana (Cipta), Arlum Medina Capiona.  “Se han repartido libros de enseñanza a los pueblos y se capacita a profesores para que eduquen con este idioma”.  Por ejemplo, los tacanas, tienen traducción para la palabra computadora, pamapa enimecha'taji, o celular, waychidi emimipuji, o grabadora, s'atsu eid'abay...

El antropólogo José Teijeiro Villarreal sostiene que esta lengua forma parte de una familia socio–lingüística que recibe el nombre de tacana y de la cual forman parte las de otras etnias, como araonas, cavineños, ese ejjas o toromonas.  “Hoy, el idioma tacana sólo es hablado en el norte amazónico por algunos ancianos.  No hay que confundir el romanticismo con la realidad, hay personas muy comprometidas con fortalecer lo propio y otras que piensan que lo propio es ya una cosa del pasado. Y ésa es la expresión de un grupo desestructurado”.

Según el antropólogo Wigberto Rivero Pinto, hay escuelas en la mayoría de las aldeas tacanas de las tierras bajas, pero pocas son bilingües.  “Hay niños que viven muy en el monte y no pueden estudiar por la lejanía de las aulas.  Los educadores pueden ser de Rurrenabaque o quechuas; no tengo datos actualizados de ello, pero hay profesores de afuera que no conocen la cultura tacana y crean un conflicto en el aspecto idiomático que es muy serio.  Yo diría que esta lengua está perdida y sólo se reduce a algunas personas adultas, la mayoría ancianos”.

Los misioneros evangelistas John e Ida Ottaviano explican que la asistencia escolar entre los tacanas es esporádica debido a sus responsabilidades.  Las muchachas, por ejemplo, aprenden a hilar durante su niñez y a los diez años ya empiezan a tejer sus primeras correas, aparte de ayudar a su madre en las labores del hogar, lo cual puede derivar en su deserción de las aulas; en cambio, los varones tienen mayor tiempo, aunque igual colaboran a pilar el arroz y traer agua, y acompañan a sus progenitores en la cacería: el padre llama a su hijo joven su ebai puji, su brazo.

Estos extranjeros dicen que los tacanas contaban originariamente sólo hasta dos y se prestaron los guarismos del tres al diez del quechua.  Para las cifras mayores que diez usan la fórmula: un diez, dos pasaron=12; dos diez, dos pasaron=22.  “Aun cuando el pueblo no tiene balanzas, pueden estimar pequeños pesos con exactitud. Las medidas son: eme bahua, largo de un dedo; eme danaja, entre dos mandillas (de la mano); piada cuata, largo entre la punta del meñique y la del pulgar; eme suetupuatani, del codo a los dedos; piada huara, de un sobaco a los dedos de la otra mano”.

Para Rivero, el idioma tacana está en peligro de extinción porque los miembros de esta etnia niegan ser indígenas y aspiran a vivir como campesinos castellano hablantes, con las costumbres y oportunidades del molde occidental de los criollos y mestizos. “Solamente en la localidad principal de Tumupasa y, cercanías hay familias que mantienen el empleo de esta lengua”.  Esto a pesar de que el Instituto Lingüístico de Verano, del cual provienen John e Ida Ottaviano, tradujeron la Biblia y elaboraron cartillas de alfabetización destinadas a evitar este extremo.

El Cipta aún cree que hay tiempo para luchar contra este problema.  Por ello, con el apoyo de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano, el pueblo tacana participa en el programa de educación del Consejo Educativo Amazónico Multiétnico con la capacitación de las juntas escolares de la tierra comunitaria de origen Tacana I durante dos años, lo que permitió dar becas de estudios a personas elegidas por las comunidades y así se logró la otorgación de diez ítems escolares para profesores bilingües, para revalorar el idioma en riesgo.

El alfabeto

La lengua tacana tiene 16 letras provenientes del castellano y siete son propias de ella.

A, B, CH, DH, D’, DJ, E, J, I, K, M, N, Ñ, P, R, S, SH, S’, T, TH, U, W, Y.

Algunas palabras en tacana:

Enid'u chamaji: televisor.

Pamapa enimecha'taji: computadora.

Waychidi emimipuji. teléfono o celular.

Piama: plancha.

Ewaruji: licuadora.

Piama edhudhuy: máquina de moler.

S'atsu eid'abay: grabadora.

Beni-iway. ventilador.

Piama erus'uy: máquina de coser.

Idereji imiamey: fotocopiadora.

Piama edhereje: máquina de escribir.

Emeji tuchedha: garrafa.

¿Misai piabe?: ¿cómo estás?

Aipiema: bien.

¿Aimi bamine?: ¿cómo te llamas?